A finales del pasado mes de agosto el Pleno del Ayuntamiento de Ponferrada, en la primera sesión retransmitida en directo a través de internet, aprobaba los Planes de Autoprotección del Auditorio Municipal de Ponferrada y del Pabellón Municipal del Toralín.
Es extraño que se realice este trámite después de pasados varios, o muchos, años después de su construcción, pero más vale tarde que nunca, como dice el refrán.
En el informe presentado al pleno se hacía referencia a la necesidad de contar con estos planes de autoprotección a raíz de la promulgación de la Norma Básica de Autoprotección aprobada por el Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo.
Es vital contar con este tipo de documentos que permitan una adecuada gestión de la seguridad de las actividades que se realizan en el interior de estos establecimientos. Y, más que redactar el documento, será vital una adecuada implantación, formando al personal afectado, mejorando los procedimientos establecidos y realizando los obligatorios simulacros de forma periódica.
Pero, nos puede asaltar la siguiente pregunta: ¿Ya he cumplido con mis obligaciones elaborando el Plan de Autoprotección? En este caso yo diría que no; solo hemos dado el primer paso, y me explico.
El Pabellón Municipal es un recinto en el que además de las actividades propias de un pabellón deportivo se realizan a lo largo del año otras muchas actividades extraordinarias. Sin irnos muy lejos en el calendario, en el pasado mundial de ciclismo se utilizó como centro de prensa, o anualmente se utilizaba para la ceremonia de entrega de los micrófonos de oro capitaneados por el berciano Luis del Olmo. Son solo dos ejemplos de la variedad de actividades que se llegan a realizar en recintos de este tipo.
En estas actividades, se pueden modificar las zonas de entrada y de salida, llegando a modificar su número; se establecen distintas zonas de actividades; se instalan escenarios, gradas supletorias o actividades de hostelería y restauración. Es decir, se puede llegar a modificar en gran medida la funcionalidad de muchas de las instalaciones, cambiar los recorridos de evacuación, alterar la carga de fuego de los elementos constructivos o decorativos, o precisar elementos de seguridad y protección específicos dependiendo de estas actividades. Conclusión: el plan de autoprotección original realizado para las actividades previstas, que según la página web del mismo son, Pista polideportiva, Sala de tiro con arco, Sala de tenis de mesa, Sala de atletismo, Sala de gimnasia, Sala de ajedrez, Vestuarios y duchas, no servirá para el resto de actividades y debería realizarse un Plan específico.