Estamos realizando en estas
semanas dos Certificados de Eficiencia Energética en la provincia de León, uno
para vivienda unifamiliar en una localidad próxima a la capital y otro para un
bloque de viviendas en la ciudad de Ponferrada.
Durante las visitas a las
edificaciones en los dos casos me han realizado la misma pregunta: Y esto del
Certificado, ¿para qué sirve?
Se suele tomar por parte de
los propietarios como un impuesto o una tasa más. Otro papel para incrementar
los dilatados trámites burocráticos que a veces entorpecen sobremanera las
acciones de venta o de alquiler.
A mi me gusta pensar que con
la redacción del Certificado de Eficiencia contamos con una herramienta de
doble sentido.
Por una parte podemos
demostrar la calidad de nuestra propiedad desde el punto de vista energético,
diferenciándola de otras viviendas o edificaciones más “gastosas”, si se me
permite el palabro.
Por otra parte, y sobre todo
para construcciones de cierta antigüedad, puede servir, sirve si el certificado
tiene la debida calidad técnica, para aportar un abanico de posibles mejoras a
nuestra vivienda o edificación orientadas a mejorar la eficiencia energética de
la misma, o lo que es lo mismo, que servirá para reducir la factura de nuestros suministros energéticos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario